Yo
no escogí quererte. Te prometo que no lo hice. Te juro que incluso cuando
empecé a sentir ese nudo en el estómago al mirarte a los ojos y cuando te
escuchaba reír o esas maripositas cuando estabas quedándote dormido y yo solo
escuchaba tu respiración quedita, arrullándome, me negaba y me enojaba y decía
que no, que no, y que no. No estoy segura que fue lo que pasó, pero me
arrepiento tanto, tanto, tanto, porque se supone que el amor es algo que no te
hace sentir incompleto o insuficiente o vacío, e incompleta, insuficiente y vacía
es todo lo que me haces sentir. Porque no me quieres. Y yo lo sé. Y yo sé que
no me vas a querer; ¿pero cómo le hago para dejarte de querer? Lo intento, de
verdad, lo estoy intentando en este momento, pero cuando pienso en ti se me
forma un agujero en el pecho y esa sensación amarga en la boca, de
que estás allá sin si quiera pensar un poco en mí, con alguien más, siendo
ustedes, felices, y yo estoy aquí, muy lejos, siendo yo, pensando en ti.
Y
no sabes cuantas veces lo he decidido: ya no voy a quererte más. Te juro que lo
he decidido en muchísimos momentos diferentes, me he convencido usando la razón, tengo argumentos,
tengo una lista de cosas negativas tuyas (tu indiferencia, tus chistes pesados,
tu mentira gigante) para poder hacerme poner los pies en la tierra. Pero
entonces un día, así sin más vuelves a hablarme, y aunque hago un esfuerzo
enorme por no contestarte, por mantenerme firme a aquello que ya había elegido
termino regresando al punto en el que había iniciado.
Y
lo peor quizá soy yo. Porque sé que me hablas solo porque nos hacemos sentir
bien. Y es grandioso. Y sería aún más grandioso sino te quisiera, porque
entonces también podría serte indiferente después de que estemos juntos, podría
no hablarte durante días, sin pensarte, podría estar con alguien más y querer
bonito a otra persona y solo cuando tenga suficientes ganas regresar a ti. Pero
no lo hago. No lo hago porque te quiero. Te quiero, y lo odio.
Te
odio.
Me
odio.
Damn. Nice.
ResponderEliminar